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Juicio de responsabilidades a René Barrientos Ortuño, impulsado por Marcelo Quiroga Santa Cruz

Desde el gobierno de René Barrientos, Marcelo Quiroga Santa Cruz fue perseguido por su pensamiento político y sus denuncias contra la injerencia extranjera. En 1968, junto a José Ortiz Mercado, impulsó un juicio de responsabilidades contra Barrientos, acusándolo de entregar la soberanía boliviana a la CIA, lo que le valió la detención y confinamiento en Alto Madidi. Incluso sufrió amenazas directas, como cuando un militar lo apuntó con un arma en pleno Parlamento. Tras la muerte de Barrientos en 1969, el escenario político se abrió con gobiernos más progresistas, como los de Alfredo Ovando y Juan José Torres. Luego del golpe de Hugo Banzer en 1971, Quiroga se exilió primero en Chile, donde vivió hasta el golpe de Pinochet en 1973, y después en Argentina, donde fue víctima de atentados y persecuciones de la Triple A. Ante el peligro para su vida y la de su esposa, se trasladó a México, país en el que permaneció hasta 1977. Ese año regresó clandestinamente a Bolivia, en un clima político más favorable a las fuerzas progresistas.

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Juicio de responsabilidades a Hugo Banzer Suárez, impulsado por Marcelo Quiroga Santa Cruz

El juicio de responsabilidades contra Hugo Banzer Suárez, impulsado en 1979 por Marcelo Quiroga Santa Cruz desde el Parlamento, fue un hecho histórico en Bolivia, pues por primera vez se buscaba que un expresidente respondiera ante la justicia. La acusación señalaba a Banzer por las graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante su dictadura (1971–1978), incluyendo persecuciones, torturas y asesinatos, así como por hechos de corrupción y enriquecimiento ilícito. Este proceso marcó un hito en la recuperación democrática del país, reflejando el compromiso de Quiroga Santa Cruz con la justicia, la transparencia y la defensa de los derechos fundamentales, aunque las condiciones políticas de la época impidieron que el juicio prosperara hasta sus últimas consecuencias.

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Intervención armada en el edificio de la COB

El personal que atacó la COB era mayormente militar y policial, como lo fueron también los responsables del operativo. Esta certeza se desprende de las declaraciones de Walter Vásquez Michel a la Comisión de la Verdad en mayo de 2018, cuando señaló que escuchó claramente que uno de los asaltantes gritaba “¡Se están escapando... Avísenle al teniente!” Seguramente esto sucedió cuando Oscar Eid y otros detenidos lograron escabullirse en medio de la confusión y el gentío y lograron introducirse dentro de un edificio aledaño a la COB y así salvarse de la represión que vino después.

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Muerte de Luis Espinal Camps

Luis Espinal fue asesinado por su labor periodística comprometida. Sacerdote poco convencional, con formación en teología, filosofía y literatura, se identificó con la Teología de la Liberación y usó el periodismo como herramienta para denunciar las injusticias del sistema. En Bolivia, a través de medios como radio, prensa, televisión y especialmente el semanario Aquí, que él fundó y dirigió, denunció violaciones a los derechos humanos y crímenes cometidos por las Fuerzas Armadas, como corrupción, narcotráfico y nepotismo. Espinal se solidarizó con los sectores populares y dio cobertura al juicio contra el general Banzer impulsado por Marcelo Quiroga Santa Cruz. Su línea editorial crítica y valiente convirtió al semanario Aquí en una trinchera de resistencia frente a los abusos de poder, lo que le valió amenazas constantes y finalmente le costó la vida.

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Fuga de la Isla de Coati

La Isla de Coati, en el Lago Titicaca, funcionó como una temida prisión en Bolivia, especialmente notoria durante el gobierno de facto de Hugo Banzer en 1972. Conocida por sus condiciones brutales y su aislamiento, albergó tanto a delincuentes como a presos políticos, incluyendo figuras históricas como Hernán Siles Suazo y Juan Lechín Oquendo. El 2 de noviembre de 1972, la isla fue escenario de una audaz fuga masiva planificada meticulosamente, donde los prisioneros, tras un ingenioso partido de fútbol, lograron someter a los guardias y escapar con la ayuda forzada de los balseros locales, quienes sufrieron represalias por su involuntaria complicidad. Hoy, la prisión ha sido barrida por las aguas del lago, y la comunidad busca dejar atrás su oscuro pasado.

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Masacre de la calle Harrington

El 17 de julio de 1980, Bolivia fue sacudida por un brutal golpe de Estado liderado por Luis García Meza Tejada y Luis Arce Gómez. Este evento, caracterizado por su premeditación y violencia, incluyó el asalto al Palacio de Gobierno, la detención de la presidenta Lidia Gueiler Tejada y una sangrienta irrupción en la Central Obrera Boliviana (COB) que culminó con el asesinato de Marcelo Quiroga Santa Cruz y otros dirigentes. El régimen militar se consolidó a través de una implacable represión, utilizando vehículos de emergencia como transporte de prisioneros y sometiéndolos a torturas. La retórica de García Meza y Arce Gómez, marcada por amenazas de "hacer desaparecer" a los "extremistas" y la instauración de leyes draconianas con "pena de muerte", reflejó la determinación del régimen de eliminar toda oposición y sumir al país en el terror. El testimonio de Aldo Michel Irusta, que describe su propia captura y el escalofriante vínculo con la masacre de la calle Harrington, ilustra la dimensión de la brutalidad y la coordinación de estos crímenes de Estado.

Contenido bibliográfico

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Libres! - Testimonio de mujeres víctimas de las dictaduras

Movimiento de Mujeres Libertad (Bolivia)

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Las luchas históricas del movimiento fabril

Felipe Tapia Quispe

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Memoria histórica de las investigaciones: Período dictaduras 1964-1982. Estado Plurinacional de Bolivia, 2021

Comisión de la Verdad

Material audiovisual

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Fuga de la Isla de Coati

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Masacre Gabriel René Moreno

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Asesinato de Luis Espinal Camps

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Masacre de la Calle Harrintong