Luis García Meza Tejada Masacre

Masacre de Caracoles

El 17 de julio de 1980, en el distrito minero de Caracoles se acató la huelga general indefinida lanzada por el Consejo Nacional de la Democracia (CONADE) en contra del golpe de Estado perpetrado por el Gral. Luis García Meza.

El Centro Minero de Caracoles fue escenario de uno de los peores asesinatos masivos de los últimos tiempos. Efectivos militares de la Fuerza Aérea arrasaron con los campamentos mineros, cometiendo diferentes delitos de lesa humanidad: asesinatos, violación de mujeres y niñas, asaltos en las viviendas de los mineros, robos, detenciones arbitrarias y otros.

Un equipo de investigadores sostiene que identificó el lugar donde se habría sepultado a víctimas de la intervención realizada durante la dictadura de Luis García Meza. (pag. Siete/ La Paz, Domingo, 12 de abril de 2015)

“Se ha logrado identificar los sitios precisos en los cuales aproximadamente 30 víctimas de la Masacre de Caracoles, llevada a cabo durante la dictadura militar de Luis García Meza, fueron asesinadas y luego transportadas para ser sepultadas en una fosa común”, establece el avance de una investigación histórica que busca esclarecer aquellos hechos luctuosos.

El equipo de investigación -que pidió guardar la identidad de sus integrantes por razones de seguridad- basó su estudio en fuentes documentales y testimoniales.

Entre las primeras, apela a un documento-incautado entonces por los militares- fechado al 22 de agosto de 1980, el cual contiene un primer relato de la Masacre de Caracoles, ocurrida entre el 2 y 8 de agosto de ese año.

“Los días sábado y domingo (2 y 3 de agosto) se bombardeó y ametralló las minas de Pongo, Molinos, Pacuni y Argentina. El lunes (4 de agosto) a las 8 de la mañana hubo un enfrentamiento. Las tropas y los blindados entraron masacrando a los campesinos. El combate duró desde las ocho de la mañana hasta horas 18. Se registraron bajas de ambas partes”, dice el texto.

En otro fragmento se detalla lo siguiente: “En Villa el Carmen han sido fusilados muchos mineros. Mujeres y niños fueron llevados a la iglesia del lugar (…). Los cadáveres fueron recogidos en camiones y llevados con rumbo desconocido”.

El documento impreso es corroborado- según los investigadores- por una carta que las “Madres, Esposas Desesperadas de Caracoles” enviaron al monseñor Jorge Manrique, el 9 de Agosto de 1980.

En esa misiva, las mujeres denuncian ante el sacerdote los hechos que ocurrieron en la intervención militar y refieren, además, la existencia de la fosa común.

“El regimiento Max Toledo de Viacha, una fracción del regimiento Tarapacá y el regimiento Camacho de Oruro atacaron Caracoles con cañones, morteros, tanques y avionetas de guerra. Nuestros maridos se defendieron con piedras, palos y algunas cargas de dinamita”, dice la carta.

En otro apartado expresan que, en primera instancia, les impidieron recoger los cuerpos de los fallecidos tras la intervención; pero que cuando lo autorizaron, días después, sólo encontraron ropa y zapatos.

“A las mujeres nos prohibieron recoger a los muertos para darles cristiana sepultura, diciéndonos ‘no hay orden’. Recién el viernes (8 de agosto) nos dieron orden para buscar a los muertos, pero sólo encontramos sacones, pantalones, chompas, jarros, calzados, etc. empapados en sangre, los muertos habían desaparecido”, dicen al respecto.

En relación al lugar donde fueron sepultadas algunas víctimas, afirman que “algunos (de los muertos) fueron echados (sic) en una fosa (…). Hay más de 900 desaparecidos, no se sabe si están vivos o muertos”.

Otro documento al que recurre la investigación es al informe denominado: La heroica resistencia de los mineros en Bolivia, que, por el carácter dictatorial del régimen, dicen los autores, fue editado en Lima (Perú) en agosto de 1980.

El informe incluye narraciones de los sobrevivientes sobre las intervenciones que se llevaron adelante en diferentes centros mineros. En el fragmento del relato referido a la Masacre de Caracoles se establece que “un grupo de jóvenes es obligado a cavar una gran fosa” con el fin de enterrar a los muertos.

El equipo de investigación también logró encontrar a dos mineros que formaron parte de la resistencia minera durante la intervención, quienes contaron lo sucedido en aquella época y además confirmaron la existencia de la fosa común.

Según datos históricos, el Cine Teatro 31 de octubre de Pacuni fue utilizado como centro de detención de ese entonces.

“(Los militares) llegaron aquí, a Pacuni, a plan de metralletas, era una barbaridad, sacaron presos, aquí a los compañeros de mina Pacuni, y les han llevado en ese entonces a un cine teatro, ahí los han metido (…)”, es el testimonio del ex minero de Caracoles, Juan Choque Ajno.

Éste, en su relato de aquellos fatídicos hechos, agrega en referencia a la fosa: “De noche, ya a algunos que no estaban tan mal de la tortura les han hecho cavar una fosa, y ahí los han metido a todos, sin ropa algunos, otros medio vestidos. Era de no creer”.

Roberto Quisbert F., otro protagonista de la resistencia minera y testigo ocular de la masacre, respecto al número de víctimas sepultadas en la fosa, sostuvo: “No hemos calculado exactamente cuántos han desaparecido entre el pueblo civil y los mineros, pero la fosa era grande, todo esto, todo esto (señalando en un mapa del lugar), y un poquito más de profundidad que esto (señalando el muro del ambiente, unos 2.50 metros), por lo menos hemos calculado como unos 30 muertos ahí en la fosa”.

Según los miembros que hicieron el estudio, el trabajo de investigación histórica pudo establecer, entre otros aspectos, que:

– Entre el 2 y 8 de agosto de 1980, durante la intervención militar en la mina Caracoles, se realizaron detenciones ilegales, torturas y una serie de ejecuciones sumarias y asesinatos.

– El 4 de agosto de 1980, en horas de la noche, se procedió a la excavación de la fosa común para sepultar a los caídos durante la intervención.

– Los investigadores temen que, tras conocerse la ubicación de la fosa común, ésta pueda ser intervenida o destruida.

La masacre de Caracoles en datos:

– Los hechos: Entre el 2 y 8 de agosto de 1980 se consumó la Masacre de Caracoles. El hecho ocurrió durante el gobierno dictatorial de Luis García Meza.

– La excavación: La investigación estableció que el 4 de agosto de 1980, en horas de la noche, se procedió a la excavación de la fosa común para sepultar a los caídos durante la intervención.

– Las víctimas: Los investigadores afirman que al menos 30 personas y habitantes de esa localidad fueron sepultadas en la fosa común.

TESTIMONIOS

PLATAFORMA DE LUCHADORES SOCIALES CONTRA LA IMPUNIDAD, LA JUSTICIA SOCIAL Y LA MEMORIA HISTÓRICA DEL PUEBLO BOLIVIANO

Martes, 19 de julio de 2011

MASACRE EN LA MINA DE CARACOLES

Caracoles, 9 de agosto de 1980.

Señor Monseñor Jorge Manrique La Paz. 

Reverendo Monseñor: Le hacemos llegar nuestros saludos en estos momentos de dolor y llanto. Hacemos conocer a su persona lo sucedido en este centro minero para que por su intermedio vengan a constatar los hechos de barbarie en esta, la “Cruz Roja Internacional” o alguna otra organización internacional de Derechos Humanos.

El regimiento MAX TOLEDO de Viacha, una fracción del regimiento TARAPACA y el regimiento CAMACHO de Oruro, atacaron CARACOLES con cañones, morteros, tanques y avionetas de guerra, nuestros maridos se defendieron con piedras, palos y algunas cargas de dinamita.

Hasta el lunes en la tarde la mayor parte de los mineros fueron exterminados y los sobrevivientes huyeron a los cerros y otros a las casas de -Villa Carmen-. Las fuerzas del ejército los persiguieron ultimando a los hombres en sus casas, a otros apresaron y los torturaron y a muchos les atravesaron con bayonetas. También a los heridos los degollaron.

A un minero en plena plaza le metieron dinamita en la boca y le hicieron volar en pedazos…

A los niños les azotaron con cables y les hicieron comer pólvora. A los jovencitos les hicieron echar sobre vidrio quebrado obligándonos a nosotros a pasar sobre ellos, luego los soldados marcharon encima de ellos. Los del ejército parecían fieras salvajes porque estaban drogados y no vacilaron en violarnos y también a las jovencitas y hasta niñas.

El 5 de agosto al amanecer han cargado a los muertos, heridos en tres caimanes rumbo a La Paz. Hasta el día viernes siguieron trayendo (sic) a los presos amarrados con alambres. A las mujeres nos prohibieron recoger los muertos para darles cristiana sepultura, diciéndonos: “no hay orden”. Recién el viernes nos dieron orden para buscar a los muertos, pero solo encontramos sacones, pantalones, chompas, jarros, calzados, etc. empapados en sangre, los muertos habían desaparecido. Algunos fueron echados (sic) en una fosa detrás del cementerio a los cuales no nos dejaron identificar.

Hay por lo menos 900 desaparecidos no se sabe si están vivos o muertos. Adjuntamos algunos nombres de desaparecidos, heridos, muertos y presos.

Muertos: Olimpia de Sánchez, Francisco Colque, Rufino Apaza, Julio Guezo, Quintín Colque, Ignacio Miranda, Pedro Choque, Rufino Chambi. Tres señoras que murieron con hemorragia a causa de las violaciones.

Heridos: Martín Urquiola, Alberto Inca, Andrés Villca (12 años) Jorge Choque.

Desaparecidos: Alejandro Miranda, David Salazar, Agustín Chile (menor de edad), Antonio Inca, Monje Quispe, Pacífico Vargas, Alberto Gonzales, Juan Mamani, Octavio Argolla, Genaro Zonco, José Gutiérrez, Juan Charcas, Felix Florencio Mamani.

Presos (Fueron vistos en el Estado Mayor). José Nina, Ponciano Nina, Daniel Marca, Valentín Lobo, Antonio Pérez, Dionicio Laura, Desiderio Mamani, Pedro Mérida, Genaro Chipana, Luis Zegarra, Benancio Pérez. 

(Despachados en avión rumbo a Puerto Rico, Pando) Ladislao Vargas, Pedro Inca, Primo Limachi, Mario Luna.

Firman: Madres y Esposas desesperadas de Caracoles…”

Datos:
Fecha del hecho 02 de agosto de 1980
Ubicación:
Departamento La Paz Provincia Inquisivi Municipio Quime

Bibliografías

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Memoria histórica de las investigaciones: Período dictaduras 1964-1982. Estado Plurinacional de Bolivia, 2021

Comisión de la Verdad