Evidencia de Conspiración y Seguimiento
El 1 de marzo de 1980, el partido PS-1 denunció públicamente la existencia de un plan para asesinar a Marcelo Quiroga Santa Cruz como parte de una conspiración sangrienta contra el pueblo boliviano. Posteriormente, se reveló que incluso se había echado a la suerte quién sería el autor material del crimen, aunque su identidad nunca fue descubierta.
Existe documentación en el Departamento II del Estado Mayor del Ejército que evidencia el seguimiento constante de los agentes de inteligencia militar a Marcelo Quiroga Santa Cruz y a otros políticos. Estos archivos incluyen listas detalladas con nombres, domicilios y números telefónicos de líderes políticos de la época (1978-1980).
Un análisis postelectoral de las elecciones del 29 de junio de 1980, realizado desde la perspectiva militar, destaca a Marcelo Quiroga Santa Cruz como “enemigo de las fuerzas armadas”. Si bien Quiroga ya era clasificado de esta manera en varios documentos militares, en este análisis se resaltaba no sólo su condición de enemigo, sino también su potencial político y la inevitabilidad de que fuera el principal candidato a la presidencia en las elecciones de 1984. Esto lo convertía en un grave peligro para las fuerzas “nacionalistas”, representadas por Acción Democrática Nacionalista (ADN) en el ámbito político y por las Fuerzas Armadas en el ámbito militar, debido a su clasificación como un “extremista” de izquierda.
Comisión de la Verdad