René Barrientos Ortuño Tortura

Asesinato de Ernesto "Che" Guevara

INTRODUCCIÓN

“La Ruta del Che”, abarca toda la zona de influencia de la guerrilla de Ñancahuazú protagonizada por Ernesto Che Guevara y un grupo de combatientes guerrilleros, bolivianos y extranjeros, entre noviembre de 1966 y diciembre de 1967.

La Higuera es un pequeño poblado en Bolivia, ubicado en el departamento de Santa Cruz, conocido por ser el lugar donde el Che Guevara fue capturado y ejecutado. Se encuentra en la provincia de Vallegrande, específicamente en el municipio de Pucará, a unos 60 km de Vallegrande. La localidad es un destino turístico para quienes desean conocer más sobre la historia de la guerrilla y el legado del Che.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

“Una prolija investigación realizada por los historiadores cubanos Froilán Gonzáles y Adys Cupull, señala lo siguiente: Barrientos se dirigió a la residencia del embajador norteamericano y desde allí se comunicaron con Washington. A las nueve de la noche fue interrumpido para entregarle un mensaje desde Vallegrande, donde le solicitaron instrucciones de cómo proceder con los prisioneros, pero él no tenía aún decidido qué hacer y la respuesta fue que debían mantenerlos vivos hasta esperar nuevas instrucciones. Aproximadamente a las once de la noche, el presidente boliviano, a través de Douglas Henderson, embajador norteamericano en Bolivia, recibió un mensaje desde Washington, donde indicaron que el Che debía ser eliminado.[…] La reunión terminó pasados unos minutos de la medianoche. La decisión de asesinar al Che estaba tomada en Washington desde 1960. 

Después del fracaso de la invasión por Playa Girón, asumió la jefatura de la CIA Richard Helms, quien continuó el Proyecto Cuba, que contemplaba el asesinato de Fidel, Raúl y el Che, y la imposición, mediante la fuerza militar, de un gobierno en La Habana afín con los intereses de Estados Unidos. Una vez impartida la orden de asesinato desde Washington, ésta fue transmitida a los militares que custodiaban a los prisioneros de guerra en la escuelita de la población de La Higuera, situada en la provincia de Vallegrande. 

Los mismos historiadores cubanos han recopilado las diferentes versiones que relatan el momento de las ejecuciones sumarias: La orden de asesinar al Che fue impartida desde La Paz, pero en ésta no se mencionó que debían aplicarla al boliviano Willy Cuba y al peruano Juan Pablo Chang-Navarro y también ellos fueron asesinados. En entrevistas de prensa, Mario Terán declaró que cuando entró al aula ayudó al Che a ponerse de pie, que estaba sentado en uno de los bancos rústicos de la escuela y aunque sabía que iba a morir, se mantenía sereno. Terán afirmó que se sintió impresionado, no podía disparar porque sus manos le temblaban. Dijo que los ojos del Che brillaban intensamente; que lo vio grande, muy grande y que venía hacia él; sintió miedo y se le nubló la vista, al mismo tiempo, escuchaba cómo le gritaban: “¡Dispara cojudo, dispara!”. A Terán le volvieron a dar bebidas alcohólicas, pero aún así no podía disparar. Los oficiales Carlos Pérez Panoso y Bernardino Huanca dispararon contra el peruano Juan Pablo Chang-Navarro y el boliviano Willy Cuba. Nuevamente los oficiales bolivianos y el agente de la CIA compulsaron a Mario Terán para que disparara. A los periodistas les contó que cerró los ojos y disparó, después hicieron lo mismo el resto de los presentes. 

Ya habían pasado unos diez minutos aproximadamente de la una de la tarde del día 9 de octubre de 1967. El agente de la CIA disparó también sobre el cuerpo del Che. Acababan de esa forma de asesinar a tres prisioneros de guerra, violando todas las normas, tratados y convenios internacionales. Los aldeanos aterrorizados por las acciones del ejército, lentamente se acercaron temerosos, mostraban desconcierto ante el increíble hecho del que fueron testigos. Para los pobladores de La Higuera, un caserío pacífico, religioso y supersticioso, no era cristiano que se asesinaran a seres humanos y empezaron a murmurar con espanto que un castigo de Dios recaería sobre La Higuera por culpa de los militares.

TESTIMONIOS

Este testimonio es esclarecedor y confirma que Ernesto Che Guevara fue tomado prisionero sin ninguna herida mortal que pudiera posteriormente ocasionarle la muerte. A mayor abundamiento, muchos años después aparecieron fotografías que muestran al prisionero con vida y de pie, lo que desmiente que estuviera gravemente herido. Cincuenta años después, en una entrevista concedida por este militar a una agencia de prensa alemana, la verdad sería narrada a medias, obviando varios detalles: Cuando llegamos pusimos al Che en una pieza y a Willy en otra en la escuelita. No era más que una pequeña cabañita. Por la mañana llegó el comandante de división, le informé y me volví a la quebrada porque seguía habiendo unos guerrilleros (…) Y cuando retorné cerca de la una de la tarde con todas las tropas, ahí me informa mi comandante de batallón que el Che había sido ejecutado. 

¿Quién le disparó al Che? —Un suboficial. —¿Por qué? —El comandante pidió voluntarios. Él recibió una orden del alto mando militar. El presidente, el comandante en jefe y el jefe del Estado Mayor se reunieron y decidieron que era mejor ejecutarlo para evitar más problemas al país.

Datos:
Fecha del hecho 08 de octubre de 1967
Ubicación:
Departamento Santa Cruz Provincia Valle Grande Municipio Pucará

Bibliografías

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Memoria histórica de las investigaciones: Período dictaduras 1964-1982. Estado Plurinacional de Bolivia, 2021

Comisión de la Verdad