Luis García Meza Tejada

1933 - 2022

Luis García Meza Tejada (La Paz, Bolivia; 8 de agosto de 1929 – 29 de abril de 2018) fue un militar y general de división boliviano, fungió como presidente de facto de Bolivia de carácter dictatorial desde el 17 de julio de 1980 hasta su renuncia del 4 de agosto de 1981. Su gobierno forma parte del periodo de los gobiernos militares.[1]

Tras el triunfo del expresidente Hernan Siles Zuazo en las elecciones presidenciales de Bolivia de 1980, García Meza impidió que este lograra tomar posesión, derrocando a la presidenta constitucional transitoria Lidia Gueiler. Como general de ejército y jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, lideró el golpe de Estado de 1980.

En febrero de 1986, el entonces Congreso Nacional, actualmente Asamblea Legislativa Plurinacional, determinó la existencia de indicios de culpabilidad de Luis García Meza y estableció la necesidad de iniciar un juicio contra él y sus colaboradores más cercanos por diferentes crímenes que cometieron, entre ellos: El asesinato de Marcelo Quiroga Santa Cruz, Carlos Flores Bedregal y Gualberto Vega Yapura durante el asalto a la COB,[2]​ delitos de corrupción y narcotráfico. La Corte Suprema de Justicia de Bolivia abrió un juicio de responsabilidades en su contra, huyó del país durante la primera etapa del juicio, siendo condenado en ausencia el año 1993 a 30 años de cárcel.[3]​ El 11 de marzo de 1994, fue capturado por la Policía Federal del Brasil en la ciudad de São Paulo. El proceso de extradición desde Brasil a Bolivia, duró casi un año en la Corte Suprema de Justicia de Brasil que finalmente aprobó la extradición.

García Meza llegó a La Paz el 15 de marzo de 1995, desde donde fue trasladado inmediatamente a la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro para cumplir su condena. En enero de 2017 el Tribunal de Roma lo condenó a cadena perpetua por delitos cometidos contra italo-americanos durante la operación represiva denominada Plan Cóndor llevada a cabo por gobiernos dictatoriales de América Latina.[3]​ García Meza falleció el 29 de abril de 2018 a causa de complicaciones cardiacas sin haber cumplido la totalidad de su condena.[4]

Los hechos

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Intervención armada en el edificio de la COB

El personal que atacó la COB era mayormente militar y policial, como lo fueron también los responsables del operativo. Esta certeza se desprende de las declaraciones de Walter Vásquez Michel a la Comisión de la Verdad en mayo de 2018, cuando señaló que escuchó claramente que uno de los asaltantes gritaba “¡Se están escapando... Avísenle al teniente!” Seguramente esto sucedió cuando Oscar Eid y otros detenidos lograron escabullirse en medio de la confusión y el gentío y lograron introducirse dentro de un edificio aledaño a la COB y así salvarse de la represión que vino después.

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Muerte de Luis Espinal Camps

Luis Espinal fue asesinado por su labor periodística comprometida. Sacerdote poco convencional, con formación en teología, filosofía y literatura, se identificó con la Teología de la Liberación y usó el periodismo como herramienta para denunciar las injusticias del sistema. En Bolivia, a través de medios como radio, prensa, televisión y especialmente el semanario Aquí, que él fundó y dirigió, denunció violaciones a los derechos humanos y crímenes cometidos por las Fuerzas Armadas, como corrupción, narcotráfico y nepotismo. Espinal se solidarizó con los sectores populares y dio cobertura al juicio contra el general Banzer impulsado por Marcelo Quiroga Santa Cruz. Su línea editorial crítica y valiente convirtió al semanario Aquí en una trinchera de resistencia frente a los abusos de poder, lo que le valió amenazas constantes y finalmente le costó la vida.

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Masacre de la calle Harrington

El 17 de julio de 1980, Bolivia fue sacudida por un brutal golpe de Estado liderado por Luis García Meza Tejada y Luis Arce Gómez. Este evento, caracterizado por su premeditación y violencia, incluyó el asalto al Palacio de Gobierno, la detención de la presidenta Lidia Gueiler Tejada y una sangrienta irrupción en la Central Obrera Boliviana (COB) que culminó con el asesinato de Marcelo Quiroga Santa Cruz y otros dirigentes. El régimen militar se consolidó a través de una implacable represión, utilizando vehículos de emergencia como transporte de prisioneros y sometiéndolos a torturas. La retórica de García Meza y Arce Gómez, marcada por amenazas de "hacer desaparecer" a los "extremistas" y la instauración de leyes draconianas con "pena de muerte", reflejó la determinación del régimen de eliminar toda oposición y sumir al país en el terror. El testimonio de Aldo Michel Irusta, que describe su propia captura y el escalofriante vínculo con la masacre de la calle Harrington, ilustra la dimensión de la brutalidad y la coordinación de estos crímenes de Estado.

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Golpe de Estado contra la presidenta Lidia Gueiler Tejada

El 17 de julio de 1980, los militares Luis García Meza y Luis Arce Gómez lideraron un violento golpe de Estado en Bolivia. Su principal objetivo era impedir el juicio contra el exdictador Hugo Banzer y silenciar la oposición. Asaltaron el Palacio de Gobierno, capturando a la presidenta Lidia Gueiler, y la Central Obrera Boliviana (COB), donde asesinaron a líderes como Marcelo Quiroga Santa Cruz. Este golpe, caracterizado por su extrema violencia y la represión de la libertad de expresión, sumió al país en un oscuro periodo de inestabilidad.

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Golpe de Estado de 1980, hechos en la COB y asesinato de Marcelo Quiroga Santa Cruz

Luis Arce Gómez, uno de los cabecillas del golpe y principal planificador de los operativos que se hicieron incluso desde el mes de marzo de 1980, indica que Marcelo Quiroga Santa Cruz llegó muerto al Gran Cuartel. Lo mismo asegura Felipe Froilán Molina Bustamante, alias el Killer, uno de los suboficiales vestidos de civil que participó en el asalto a la COB y que ha sido acusado y sentenciado porser el que disparó contra Quiroga. Es cierto que existe la posibilidad de que Quiroga haya muerto en el trayecto entre la COB y el Estado Mayor, pero también existe la posibilidad de que haya llegado con vida a la ciudadela militar y allí, luego de una o dos horas de torturay agonía, haya finalmente fallecido la tarde del 17 de julio de 1980.

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Masacre de Caracoles

El 4 de agosto de 1980, el Ejército boliviano atacó y tomó la Empresa Minera Caracoles, resultando en la muerte de siete comunarios que fueron inicialmente enterrados en una fosa común por los militares en Villa El Carmen. Posteriormente, los comunarios los desenterraron para trasladarlos finalmente al Cementerio local. Años más tarde, el 18 de febrero de 1983, la Comisión Nacional de Investigación de Ciudadanos Desaparecidos Forzados reveló que, durante el gobierno de Hugo Banzer Suárez (1971-1978), se había documentado el entierro ilegal y el cambio de nombres de catorce individuos considerados desaparecidos forzados.